Luego del plenario de comisiones en el cual participaron más de 70 oradores que dieron su visión y postura respecto al proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y a la espera de su aprobación en Diputados, la iglesia convocó a rezar “por la vida no nacida”.
Fue el presidente del Episcopado, monseñor Oscar Ojea el responsable de enviar una carta a todos los obispos del país que reciten una oración en sus templos el 8 de diciembre, día de la virgen.
"Ante la inminencia del debate en el Congreso Nacional de la ley de legalización del aborto, los obispos argentinos proponen que en todos los lugares donde el 8 de diciembre se celebre la Santa Misa, se eleven plegarias por el cuidado de la vida no nacida", señaló la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).
Según informaron desde la presidencia de la Cámara de Diputados, los legisladores reanudarán las sesiones presenciales este miércoles para dictaminar el proyecto de aborto de legal y se espera que entre jueves y viernes se trate la iniciativa junto el Plan de los 1.000 días.
En ese sentido, la Iglesia católica propone rezar la oración de San Juan Pablo II, que habla del "número inmenso de niños a quienes se les impide nacer, de pobres a quienes se les hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia".
Por otro lado, el consejo directivo de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) repudió -en un comunicado difundido en las últimas horas- los "agravios" durante el tratamiento del proyecto de ley en la Cámara de Diputados.
"Lamentablemente algunos eligen el camino de la violencia, verbal y física, para imponer sus ideas. Es así que aparecen templos vandalizados, lugares de culto profanados y personas agredidas", según indica el comunicado de la CEA.
Asimismo, la carta escrita por Ojea repudió la violencia verbal que sufrieron algunos militantes del colectivo que reclama que el aborto sea legal, seguro y gratuito, y también “todo intento de sacar ventaja personal o política sobre tanto dolor”.
“Creemos que el disenso, aún en temas tan graves como la defensa de la vida, debe darse en una actitud de diálogo y respeto por las diferencias", concluye el texto de las Iglesias evangélicas.
