Un grupo de padres de un colegio de la localidad bonaerense de Berisso repudió ayer a la jefa de Educación Pública Distrital, Susana Aguirre Ponce, por realizar una jura a la bandera a los alumnos de 4° grado en lenguaje inclusivo.
El acto que el pasado martes generó polémica se realizó en el Club Almafuerte de Berisso, donde la funcionaria bonaerense estuvo acompañada en el escenario por el cuestionado intendente del distrito, Fabián Cagliardi.
Allí, cada vez que Aguirre Ponce en su discurso por el Día de la Bandera pronunció una palabra en lenguaje inclusivo se escuchó la reprobación de los asistentes al acto de promesa al emblema nacional.
“Viene un momente sumamente importante para cada una de nuestras historias”, inició su alocución la funcionaria bonaerense, hecho que provocó el abucheo y los silbidos de los padres de los estudiantes de Berisso.
La polémica continuó luego de que el pasado martes en el Club Almafuerte de Berisso Aguirre Ponce siguiera con su discurso por el Día de la Bandera, tras decir “mis querides estudiantes”.
Finalmente, la jefa de Educación Pública Distrital causó la protesta de los padres de Berisso luego de concluir con que, el emblema nacional, “simboliza a la Argentina, es el símbolo de nuestra libre soberanía, que hace sagrado a cada uno de nosotres y a todos los pueblos del mundo”.
La alocución de Aguirre Ponce de ayer en Berisso también reabrió el debate de prohibir el lenguaje inclusivo en todos los niveles educativos, cuestión que ya se trata en la Legislatura bonaerense y que dictaminó el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a principios de junio.
Hace unos días, el diputado bonaerense de Juntos, Matías Ranzini, presentó un proyecto de ley para prohibir el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas de la provincia de Buenos Aires.
La iniciativa no sólo elimina el lenguaje inclusivo en todos los establecimientos educativos primarios y secundarios, sino que también impone utilizar el idioma español “conforme a las reglas que establece la Real Academia Española”.
Según el proyecto de Ranzini, el uso del masculino genérico, en nuestra lengua española, “abarca a todas las personas, pertenezcan o no a dicho género, así como a la inclusión en las palabras de signos o letras que deformen su sentido u ortografía”.
Por otra parte, el Gobierno porteño, a inicios de este mes, oficializó la prohibición del lenguaje inclusivo en todos los establecimientos educativos de nivel primario y secundario de CABA.
“Sabemos que el lenguaje va mutando y no somos ajenos a eso, pero ese tipo de distorsiones generan dificultad para aprender las reglas gramaticales y básicas de la lengua”, señaló la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, luego de prohibir el lenguaje inclusivo en las escuelas.
En palabras de la funcionaria de la ciudad capital, usar las letras “x” y “e” en el vocabulario para eliminar prejuicios y estereotipos sexistas es un hecho que “va en contra del aprendizaje”.
