El ministro de Seguridad de la Nación, Anibal Fernandez, denunció en las últimas horas a la titular del Pro, Patricia Bullrich, y al diputado nacional de Juntos por el Cambio, Gerardo Milman, por los delitos de administración fraudulenta, violación de los deberes de funcionario público y negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública por la presunta contratación de espías.
Según el escrito que presentó ante la Justicia Aníbal Fernández, la maniobra consistió en “simular contrataciones inexistentes para hacer figurar erogaciones salariales que no reconocen causa alguna, haciéndose del dinero supuestamente abonado a los espías, que jamás habrían desempeñado funciones en la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal”.
En ese sentido, la presentación judicial presentada por el ministro de Seguridad detalla que con la firma de Patricia Bullrich se emitieron distintas resoluciones durante 2017, “mediante las que se contrató, por el término de un año, a 18 espías para supuestamente desempeñarse en la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal”.
En esa línea, los haberes de los espías se llegaron a liquidar, pero los empleados de la Agencia Federal de Inteligencia no solo nunca habrían trabajado para esta dependencia, sino que tampoco habrían sido los que recibieron los sueldos. En la denuncia, se estima que el perjuicio económico contra el Estado nacional por esa maniobra de Bullrich y Milman habría sido de $1.787.260.
Por ello, desde el Ministerio de Seguridad se intimó mediante carta documento a los 18 supuestos espías para que informen sobre las funciones cumplidas. “Comparecieron tan solo tres personas y se entabló comunicación telefónica con una cuarta del grupo de presuntos agentes”, detalla la denuncia que recayó en el juzgado de Daniel Rafecas.
Además, Anibal Fernández señaló que los supuestos espías “en todos los casos negaron haberse desempeñado en la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal y/o haber prestado funciones en el Ministerio de Seguridad de la Nación” y dijo que los aparentes agentes afirmaron que jamás pusieron “un pie” en la sede de la cartera.
“Bullrich y Milman habrían orquestado una operación tendiente a simular contrataciones inexistentes para hacer figurar erogaciones salariales que no reconocen causa alguna, haciéndose del dinero supuestamente abonado a los espías, que jamás habrían desempeñado funciones”, explicó Aníbal Fernández.
Sin embargo, el Ministro de Seguridad no descartó que “la operatoria de contratación de espías por parte de Bullrich y Milman haya tenido por objeto el procurarse fondos para el tan lamentable y conocido clientelismo político a través de los también lamentables y conocidos punteros barriales”.
En ese sentido, una de las sospechas del titular de la cartera de Seguridad nacional es que el dinero haya sido utilizado para la campaña de 2017 de Juntos por el Cambio. De acuerdo con la denuncia, las irregularidades parten desde el momento de la contratación que no fueron registradas tal como indica el sistema interno.
Vale recordar que, esta semana, Milman fue imputado por el fiscal Carlos Stornelli por dádivas en una causa por tener la tarjeta azul de un vehículo que pertenece a una empresa que fue proveedora del Estado nacional y del Ministerio durante su gestión. Además, el diputado nacional le facturó a esta empresa montos millonarios.
Por otro parte, luego de los rumores de su desplazamiento, Patricia Bullrich negó haber corrido a Milman como jefe de su campaña electoral y aseguró que el diputado “ha pedido una licencia por su necesidad de cuidarse física y psicológicamente”, en medio de acusaciones por manejos irregulares de fondos públicos y por estar en la mira del atentado a la vicepresidenta nacional, Cristina Kirchner.
Además, en las últimas horas, los cuestionamientos hacia Milman, que tendría unos 34 asesores en el Congreso nacional, que costarían unos $5 millones, se extendieron hacia su esposa, la senadora bonaerense Florencia Retamoso, que también contaría con un frondoso “ejército” de colaboradores, que sumarían unos cuatro millones mensuales.
