El derrumbe en la obra de Ezeiza que dejó un saldo de trece heridos y un fallecido, era una tragedia anunciada de la que nadie se hizo cargo ya que once días atrás el ministerio de Trabajo bonaerense, a cargo de Marcelo Villegas, labró un acta en la que figuraban las irregularidades y pedían la suspensión de la actividad.
“No presenta constancias de capacitaciones al personal en la materia de riesgos generales y específicos: riesgo eléctrico, manejo manual de cargas, trabajo en alturas y uso de elementos de protección personal”, es la primera de las infracciones del acta 598-1372.
En tanto, desde la UOCRA, señalaron que ellos ya habían advertido deficiencias en materia de seguridad para los 139 operarios que estaban prestando sus servicios a la empresa TGLT SA, surgida de la fusión con Caputo Construcciones, y que debían suspender las tareas.
“No presenta constancia de entrega a los trabajadores de Normas y Procedimientos para el desarrollo del trabajo sin riesgos para la salud del trabajador, por sector y puesto de trabajo”, sigue el documento firmado por los agentes del Ministerio de Trabajo bonaerense.
En el mismo agregan que “no acredita capacitación y formación de brigada de emergencias en caso de accidentes” y que “no cuenta a todos los ámbitos de trabajo de servicios sanitarios adecuados en cantidad suficientes y proporcionales al número que trabajen en ellos”.
Por este motivo, el senador provincial Sergio Berni apuntó a las responsabilidades de la Cartera comandada por Villegas en el derrumbe fatal en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, el cual relacionó con “el apuro electoral” para presentar la obra finalizada a la sociedad.
“El Ministerio no sólo tiene la responsabilidad de labrar las actas sino supervisar que la obra sea clausurada y no abierta. Tienen la facultad de hacerlo y es su responsabilidad”, dijo Berni.
En respaldo a las palabras del legislador bonaerense, el testimonio de uno de los obreros que trabajaba en la construcción de la nueva terminal de partidas del aeropuerto internacional, remarcó que existía un apuro por parte de los supervisores.
“Desde hace 20 días las empresas se olvidaron de la seguridad. Antes te exigían todo, ahora se habían borrado las medidas. Había que terminar sí o sí para el lunes porque venía Macri”, dijo el trabajador a medios nacionales.
