El Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipó este jueves que el Gobierno nacional tiene planificado eliminar este año el cepo cambiario, así como el tipo de cambio más alto para las exportaciones y el Impuesto PAÍS sobre las importaciones.
Sin embargo, en su último staff report, publicado este jueves, el organismo consideró que el plan económico del oficialismo está expuesto a riesgos por “un contexto político y social complejo, con un Congreso fragmentado, caída de los salarios reales y alta pobreza”.
En detalle, el organismo explicó que el plan económico del presidente de la Nación, Javier Milei, tiene un ancla fiscal que es fuerte, aunque depende del Congreso, al mismo tiempo que señaló que si bien la devaluación, que llevó el tipo de cambio oficial a $800, ayudó a recomponer reservas, con la alta inflación se podría propiciar un nuevo atraso cambiario que requiera otro reajuste.
“Existen riesgos de que el paquete de políticas no cumpla inicialmente sus objetivos, lo que requerirá una formulación de políticas ágil, planes de contingencia y la necesidad de ampliar aún más la asistencia social”, advirtió el FMI.
En esa línea, el FMI señaló que “incluso si las autoridades no pudieran cumplir plenamente sus ambiciosas metas políticas, de todos modos se habrían tomado medidas importantes para corregir los graves desequilibrios de Argentina”.
“En este contexto, los riesgos empresariales siguen siendo importantes, aunque el potencial de grandes atrasos a corto plazo ha disminuido significativamente”, mencionó el Fondo Monetario en su informe de staff aprobado por el directorio.
Además, tras hacer una descripción sobre el plan económico que está llevando adelante la cartera de Economía, conducida por Luis Caputo, el organismo multilateral remarcó que acordó con el Gobierno un calendario para eliminar el cepo cambiario.
En concreto, el Poder Ejecutivo pactó con el FMI tener hacia mitad de año una hoja de ruta concreta para levantar el cepo cambiario, en algún momento de este año. Asimismo, el Gobierno se comprometió a mantener la competitividad cambiaria, que se verá afectada por el avance de la inflación ante un tipo de cambio que se actualiza a 2% mensual.
“Tras la gran devaluación inicial a mediados de diciembre, las autoridades se han comprometido a mantener una política cambiaria coherente con los objetivos de acumulación de reservas y un régimen basado en el mercado que evite el enfoque anterior de gestionar los mercados de divisas paralelos y de futuros”, mencionó el staff report.
Sobre la actividad económica este año, el FMI consideró que “las políticas fiscales estrictas y la corrección cambiaria inicial” van a tener un impacto en la economía que conducirá a la recesión de 2,8% esperada para este año junto con una aceleración de la inflación.
“En el corto plazo a medida que se eliminen los desajustes de precios relativos y otros controles de precios, aunque se espera que la desinflación se active poco después”, anunció el FMI.
De cara al futuro, el organismo estimó que “la cuenta corriente entrará en superávit (4 puntos porcentuales del PIB este año), respaldada por un repunte de las exportaciones agrícolas y nuevas mejoras en el balance energético, junto con una fuerte compresión de las importaciones”.
“La economía comenzaría a recuperarse a finales de 2024, a medida que los obstáculos iniciales se disipen y se eliminen las distorsiones, aunque las políticas deberán seguir siendo estrictas para preservar los superávits de cuenta corriente y respaldar una mayor acumulación de reservas”, detalló el staff.
Respecto a las medidas de ajuste fiscal, el FMI acompañó el anuncio de eliminación completa del déficit este año, que proyectó que estará sostenido en “una combinación de impuestos temporales (relacionados con el comercio) y esfuerzos para reducir los costos administrativos, los subsidios a la energía y el transporte, las transferencias discrecionales a provincias y empresas estatales, y el gasto en infraestructura”.
Es preciso señalar que, el organismo reconoció que un punto débil de algunos de los ítems del plan económico de Milei, es que dependerán del visto bueno del Congreso, y que si hubiese un revés en el parlamento, el Gobierno debería tomar otras medidas como podas mayores en el gasto e incluso acelerar la devaluación para asegurarse el acopio de reservas en el Banco Central.
“Si el apoyo del Congreso a una legislación clave de reforma fiscal fuera insuficiente, sería necesario acelerar medidas políticas alternativas para asegurar los objetivos primarios de superávit fiscal, incluso redoblando los esfuerzos para administrar los gastos, mejorar el cumplimiento tributario y racionalizar los gastos, mientras que la política cambiaria necesitaría ajustarse más ágilmente para lograr los objetivos de acumulación de reservas”, dijo el FMI.
Cabe destacar que, tras aprobar la revisión técnica y dar luz verde al desembolso, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, aseguró que el Gobierno necesitará más medidas para asegurar la estabilización de la economía y que el camino para conseguirla “será desafiante”, al tiempo que requerirá de “gasto social bien direccionado” para evitar el impacto de la crisis en los indicadores sociales.
Vale mencionar que, el organismo aprobó el desembolsó de USD 4.700 millones hacia la Argentina y el Gobierno activó el pago de vencimientos al propio organismo. Las reservas del Banco Central ya reflejaron el pago de USD 1.945 millones de este miércoles y el jueves se restarán otros USD 840 millones de pago de intereses. El giro de divisas que hizo el FMI le permitirá al Poder Ejecutivo cubrir obligaciones de pago hasta abril.