En medio de los reclamos de las trabajadoras sexuales y de la Fundación Alameda para frenar el traslado de la zona roja en Mar del Plata, el Gobierno de Guillermo Montenegro ratificó que el próximo 24 de septiembre entrará en vigencia la ordenanza que establece la nueva ubicación de la actividad.
La confirmación del Ejecutivo de Mar del Plata se realizó luego de que se publicara el decreto 2084/22, debido a que la normativa fija un plazo de diez días corridos para mudar la zona roja al espacio propuesto por el Gobierno de Montenegro.
Ese plazo de tiempo fue estipulado por las autoridades marplatenses para que el Ente Municipal de Vialidad y Alumbrado (Emvial) y el de Servicios Urbanos (Emsur) pongan en valor la nueva zona roja y la dejen “en óptimas condiciones de infraestructura e higiene”.
El decreto especifica que, en el marco de la ordenanza N° 25.590, la nueva zona roja de Mar del Plata estará ubicada sobre ambas manos de la avenida 10 de Febrero, desde Cacique Chuyantuya hasta Juan Cutay, con excepción del tramo que se extiende sobre el lateral del cementerio allí ubicado.
A su vez, la normativa, que fue publicada el pasado martes, le delega al secretario de Seguridad de Mar del Plata la facultad de modificar el lugar o el horario de la zona roja de la ciudad costera bonaerense.
El decreto que ratifica la mudanza de la zona roja de Mar del Plata lleva las firmas del intendente Guillermo Montenegro; de la secretaria de Desarrollo Social, Vilma Baragiola; del de Seguridad, Martín Ferlauto; del presidente del Emvial, Mariano Bowden; y del titular de Emsur, Sebastián D’Andrea.
Entre los argumentos del decreto, la norma recuerda que “se estableció que la oferta y demanda de sexo en la vía pública sólo podrá llevarse a cabo en los lugares y horarios específicamente habilitados por el Departamento Ejecutivo Municipal, no pudiendo ejercerse dicha actividad en lugares en los que hubiere vecinos frentistas con residencia domiciliaria”.
Asimismo, el texto considera que tal decisión “constituye una reparación histórica para miles de vecinos que sufren las consecuencias del ejercicio de la oferta y demanda de sexo frente a sus viviendas familiares desde hace décadas” y que, en su momento, afectaban “notablemente la calidad de vida de las familias de distintos barrios”.
También, el decreto cuenta que el Gobierno local mantuvo reuniones “con diferentes interesados en el tema” y que recibió propuestas “tanto en la Secretaría de Desarrollo Social como en la de Seguridad” antes de determinar el nuevo espacio.
En tanto, la disposición expresa que la nueva zona roja de Mar del Plata “cumple con los requisitos exigidos por la ordenanza”, porque no hay allí “vecinos frentistas con residencia domiciliaria”, debido a que “la residencia más próxima se encuentra a más de 300 metros de distancia en línea recta, sin acceso desde la zona seleccionada”.
Según la normativa publicada esta semana, la nueva zona roja de Mar del Plata “cuenta con circulación vehicular y peatonal prácticamente nula en horarios nocturnos, y no constituye vía de ingreso y egreso de ningún barrio”.
Además, de acuerdo al decreto que ratifica la mudanza de la zona roja marplatense, el tramo escogido por el Municipio “se encuentra hormigonado, con fácil acceso a la red de alumbrado público”.
Los reclamos de la mudanza de la zona roja de Mar del Plata
La ratificación del Poder Ejecutivo de Mar del Plata de trasladar la zona roja local la próxima semana se realizó en medio de los reclamos de las trabajadoras sexuales y de la Fundación Alameda.
Por su parte, las trabajadoras sexuales de Mar del Plata se posicionaron en contra del nuevo lugar propuesto por el Gobierno de Guillermo Montenegro para ejercer la prostitución.
“Hemos decidido en asamblea desconocer la ordenanza que pretende reglamentar una zona roja en la calle 10 de Febrero donde confluyen los barrios Lomas del Golf, Las Canteras y Santa Celina”, manifestaron hace unos días desde la Red por el Reconocimiento del Trabajo Sexual de Mar del Plata.
Desde el sector señalaron que “las zonas de trabajo sexual no pueden ser elegidas al azar, mucho menos por personas que no son trabajadores sexuales”, ya que “cada zona responde a diferentes intereses de las trabajadoras y sus clientes”.
En sintonía con los reclamos de las trabajadoras sexuales marplatenses, la Fundación Alameda, una organización no gubernamental (ONG) dedicada a la lucha contra la trata de personas, también se posicionó en contra de la nueva ubicación de la zona roja.
Para la Fundación Alameda, la mudanza de la zona roja de Mar del Plata “autoriza una modalidad de trata de personas con fines de explotación sexual, regulando la oferta sexual callejera y la criminalización a quienes no la acaten”.
La Alameda también expuso que la ordenanza que traslada la zona roja de Mar del Plata a un sector que tiene la estación policial más cercana a 10 kilómetros atenta “contra la posición abolicionista” de la prostitución que asumió el Estado Argentino al sancionar la Ley N° 12.331.
