El ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, arrancó una cargada agenda diplomática con el canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, mientras que hoy recibirá a su par de Uruguay, Francisco Bustillo, para mantener un almuerzo privado.
La gira del exjefe de Gabinete, incluye un viaje a Brasil para su primer encuentro bilateral en ese país, que servirá para aplacar las diferencias geopolíticas en el Mercosur, y culminará con la participación en Italia de la reunión del G-20.
Durante el conclave con Mayta de este lunes, el canciller argentino dialogó sobre la "profunda e intensa relación" entre ambas naciones y firmaron un convenio para que los habitantes de Los Toldos, en Salta, vuelvan a estar comunicados con la provincia.
Además, en coordinación con las autoridades de Bolivia, se implementará la habilitación de una prueba piloto para el tránsito internacional de los residentes de las ciudades de La Quiaca y Villazón, en el vecino país.
Según informaron fuentes oficiales, Santiago Cafiero encabezará el miércoles a las 17 un encuentro oficial con todos los embajadores extranjeros acreditados en Argentina, mientras el jueves hará lo propio con una reunión de trabajo con la Unión Industrial Argentina (UIA).
En tanto, el viernes, el Ministro se reunirá en Brasilia con su par de ese país, Carlos Alberto Franco França, en el Palacio Itamaraty, y el domingo viajará a Italia para participar de la reunión de cancilleres y ministros del G-20.
Para definir la agenda en Brasil, Cafiero recibió al embajador argentino en ese país, Daniel Scioli, quien tiene excelente relación política y personal con Bolsonaro, y será una pieza clave para lograr un acercamiento entre los dos mandatarios.
Si Alberto Fernández y Jair Bolsonaro no se llevan bien en términos diplomáticos, el Mercosur no podrá atravesar la crisis estructural que sufre como consecuencia de los planteos económicos que hacen Brasil y Uruguay.
Bolsonaro y el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, proponen una flexibilización de los aranceles del Mercosur y la posibilidad de cerrar acuerdos bilaterales al margen de los restantes socios del foro regional. Alberto Fernández considera que ahora no es oportuno por las consecuencias económicas causadas por el COVID-19.
Cafiero conoce las diferencias del jefe de Estado con Bolsonaro y Lacalle Pou, y tiene la instrucción presidencial de encontrar un punto de inflexión que permita acercar a las partes y evitar que el Mercosur se transforme en un fósil geopolítico.
