Tras varios meses de parálisis por las presiones del oficialismo contra los miembros de la Corte Suprema de Justicia, el bloque opositor de Juntos por el Cambio planea una sesión especial en el Senado de la Nación con el objetivo de tratar los pliegos de tres jueces que están a la espera de ser nombrados en Rosario, provincia de Santa Fe.
Este martes, la coalición opositora de Juntos por el Cambio presentó el pedido de una sesión especial para el 29 de marzo, con un temario similar al reclamado la semana pasada por el bloque de Unidad Federal, compuesto por el peronismo disidente.
El temario, no es azaroso, sino que se trata de una estrategia parlamentaria de la tropa amarilla para arrebatarle el control del Senado al Frente de Todos, luego de varios meses de inactividad por el pedido de enjuiciamiento contra los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rozenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.
En medio de la ola de violencia narco en Rosario, el tratamiento de los pliegos de tres jueces federales para la capital santafesina es uno de los proyectos que no estuvieron en la agenda legislativa en estos últimos meses, convirtiéndose en uno de los principales reclamos de la oposición hacia el oficialismo.
En este marco, hay tres jueces que ya fueron evaluados en comisiones y están en condiciones de ser designados en Rosario. Estos son, Eduardo Daniel Rodríguez Da Cruz, Elena Beatriz Dilario y Gastón Alberto Salmain.
En un primer momento, los pliegos de estos tres jueces no fueron tratados debido a que el oficialismo no llegaba al número de legisladores suficientes para sesionar, ya que varios de sus miembros acarreaban problemas de saludos.
Luego, con la llegada del juicio a la Corte Suprema de Justicia, el interbloque de la oposición en el Senado decidió no dar quórum hasta que el Frente de Todos cese el período de encausamiento a los integrantes del máximo Tribunal.
Esta parálisis del Senado, es la principal disputa que están atravesando los legisladores oficialistas y opositores de la Cámara alta. Vale recordar, que la última sesión del recinto en la cual se pudo tratar un proyecto, fue el 16 de noviembre pasado, que culminó con la aprobación del Presupuesto 2023.
Por un lado, el bloque de Frente de Todos acusa a sus detractores de no permitir la actividad en el Senado, mientras que Juntos por el Cambio sostiene que la falta de ejercicio en la Cámara alta se debe a que la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, “cajonea” proyectos que no son de su agrado, entre ellos, el nombramiento de dichos jueces rosarinos.
Asimismo, si bien la semana pasada hubo acercamientos entre el oficialismo y la oposición para retomar las actividades en el Senado, la negociación terminó abruptamente luego del cruce de comunicados que tuvieron ambos bloques, culpándose mutuamente sobre quién era el responsable de la parálisis de la Cámara alta.
En este contexto, el acercamiento de Juntos por el Cambio al bloque de Unidad Federal es un escenario que preocupa al Frente de Todos. De ocurrir esa situación, el Senado podría funcionar independiente del oficialismo, es decir, con una agenda de temas ajenos a ese sector.
En detalle, si Juntos por el Cambio, con sus 33 legisladores, uniese fuerzas con Unidad Federal, que cuenta con 5 miembros, superarían el quórum reglamentario de 37 senadores presentes, por lo que ambos podrían sesionar sin depender del Frente de Todos.
Unidad Federal, el bloque de exoficialistas
A finales de febrero, cuatro legisladores del Frente de Todos sorprendieron al oficialismo anunciar su partida del bloque oficialista para conformar en nuevo espacio Unidad Federal. Desde el sector, buscan ser “una alternativa desde donde se priorice la posibilidad de aportar a la reflexión sobre la Argentina, sin grietas y con discusiones que planteen soluciones”.
En concreto, los senadores nacionales que se alejaron del Frente de Todos para armar su propio espacio son dos miembros del bloque Frente Nacional y Popular, el entrerriano Edgardo Kueider y el correntino Carlos “Camau” Espínola; y dos de Unidad Ciudadana, el jujeño Guillermo Snopek y la puntana María Eugenia Catalfamo.
Con esta renuncia, el interbloque Frente de Todos redujo de 35 a 31 sus miembros, convirtiéndose en la segunda minoría y obligándolo a negociar para garantizar el quórum y la aprobación de las leyes en el Senado, algo que, viéndolo con el diario del lunes, le pasó factura al oficialismo.
En ese sentido, el nuevo espacio de la Cámara de Senadores de la Nación quedó conformado por los cuatro legisladores disidentes, a quienes se les sumó la cordobesa, históricamente enfrentada con el kirchnerismo, Alejandra Vigo, quien es también esposa del gobernador de la provincia mediterránea, Juan Schiaretti.
Este nuevo espacio, es el apuntado por Juntos por el Cambio para comenzar a diagramar su nueva estrategia parlamentaria para presionar al Frente de Todos en el Senado, en el comienzo del año legislativo y a pocos meses de iniciarse los comicios electorales.
