Alejo Milanesi (19) y Juan Pedro Guarino (19), los dos rugbiers que fueron liberados hace 10 días pero continúan vinculados a la causa por el crimen de Fernando Báez Sosa, se negaron a declarar esta tarde ante la fiscal Verónica Zamboni.
De esta manera, los jóvenes se plegaron a la estrategia de la defensa a cargo del abogado Hugo Tomei de mantener silencio bajo el argumento de “irregularidades en la producción de pruebas en el expediente”.
En esta línea, ayer, los principales apuntados como autores materiales del crimen Máximo Thomsen y Ciro Pertossi -que luego se expandió a los otros seis cómplices- sostuvieron que “no confían en la fiscal”.
Tomei, planteó que el fin de semana que los acusados fueron detenidos no se cumplió correctamente con las formas que establece el Código Procesal Penal de la provincia de Buenos Aires.
Es por esto, que le endilgan a la fiscal los delitos de “falsedad ideológica de un instrumento público”, “incumplimiento de los deberes del funcionario público” y “privación ilegítima de la libertad”.
Vale recordar, en relación a la detención de Milanesi y Guarino, que para Zomboni no hay suficientes pruebas en contra como para dictarles la prisión preventiva por el "homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas" de Báez Sosa.
En efecto, ninguno de los testigos pudo reconocer a Milanesi como agresor de Báez Sosa ni de ninguno de sus amigos. Solo uno de ellos lo vio parado en las inmediaciones pero sin participar de la brutal golpiza.
A Guarino, en tanto, las cámaras de seguridad de Le Brique lo ubicaron a la salida del boliche, y también aparece en una filmación que se encuentra en el celular de Lucas Pertossi. Sin embargo, en ninguno de los dos casos se lo pudo situar concretamente en la agresión.
