La sorpresiva victoria en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, repercutió fuertemente en la agenda política, y ahora el efecto llegó al Congreso de la Nación. Esta semana, el diputado massista, Ramiro Gutiérrez, presentó un proyecto de ley para prohibir la comercialización y tráfico de órganos, una de las polémicas propuestas del candidato más votado del país.
En octubre de 2022, Milei quedó en la tapa de todos los diarios tras haberse mostrado a favor de la venta de órganos, al alegar que es “un mercado más” y que “es una decisión del individuo”. “¿Por qué no puedo decidir sobre mi cuerpo? Mi primera propiedad es mi cuerpo, ¿acaso el Estado no dispone de mi cuerpo?”, había disparado el líder liberal.
Casi un año después de esas declaraciones, que incluso fueron repudiadas por el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), el oficialismo se puso manos a la obra para intentar frenar alguna de las ideas de Milei que, a diferencia del año pasado, ahora tiene un marcado respaldo político.
“La idea de Javier Milei propone la compra y venta libre de órganos, pero lo que no dice es que si se libera ese mercado te van a secuestrar un hijo por un riñón”, advirtió Gutiérrez, y agregó: “Es urgente que reforcemos penalmente toda la cadena de extracción, comercialización, almacenaje, distribución e implante ilegal de órganos y tejidos humanos”.
En rigor, la iniciativa del diputado massista propone penas de 3 a 10 años para los individuos que comercialicen ilegalmente y/o trafiquen de órganos, mientras que, si son médicos o personal de la salud las personas que realicen ese acto, la condena será de 3 a 12 años.
“Con esta iniciativa sumamos penalidades para el receptor del órgano de mala fe a sabiendas del origen ilícito ya que con la ley actual solo los médicos y auxiliares de salud podían cometer esta clase de delitos. Ya no habrá más vacíos legales porque ahora cualquier rol en esa cadena que pueda ser cometido por cualquier persona podrá ser penado con hasta 12 años de prisión”, indicó Gutiérrez.
En esta línea, la iniciativa contra el insólito postulado de Milei, remarca que los médicos y el personal de la salud que esté implicado en el tráfico de órganos estará inhabilitado de por vida para “ejercer o auxiliar en el arte de curar”.
“Establecimos como agravante el concurso premeditado de tres o más personas y el tráfico internacional de órganos humanos, la subasta física y en red de órganos, turismo de comercialización e implante de órganos, de ahora en más no solo será delito extraer los órganos, sino también implantarlos ilegalmente”, indicó Gutiérrez, que cerró: “Esta reforma afianza y garantiza el sistema legal argentinos de recepción y defensa de los derechos humanos fundamentales”.
Uno por uno, los puntos del proyecto de ley contra el tráfico de órganos
