La jueza federal María Eugenia Capuchetti en las últimas horas rechazó conceder la prisión domiciliaria a Gabriel Carrizo, procesado con prisión preventiva como partícipe secundario del atentado a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Consecuentemente, el cuarto detenido por el intento de magnicidio del pasado 1° de septiembre continuará detenido en el penal de Marcos Paz, luego que su defensa intentó obtener el arresto domiciliario.
Según la magistrada federal y titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°5 de la Capital Federal, que ayer fue recusada por Cristina Kirchner, no fue posible aceptar el pedido de los abogados de Carrizo por entender que todavía hay “riesgos procesales”.
La postura de Capuchetti fue definida anoche, horas después de que el fiscal que lleva adelante el caso por intento de magnicidio, Carlos Rívolo, y la querella de Cristina Kirchner se opusieran a brindarle la prisión domiciliaria a Carrizo.
Fue así que, la jueza federal dispuso que el joven procesado con prisión preventiva como partícipe secundario del atentado a la segunda mandataria siga detenido en una cárcel común.
Para la magistrada que encabeza la causa por intento de magnicidio, darle la prisión domiciliaria a Carrizo no resulta “suficiente para asegurar su comparecencia al proceso”.
Bajo esta misma línea, Capuchetti en las últimas horas sostuvo que ella, como funcionaria federal de la Justicia, debe “salvaguardar la investigación de posibles maniobras que la puedan entorpecer”.
Hace más de un mes, el considerado líder de la “banda de los copitos” fue procesado por los jueces Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens, pertenecientes a la sala I de la Cámara Federal porteña.
Cuando la Justicia tomó esa decisión, la defensa del acusado instó a la jueza Capuchetti a evaluar si era posible “morigerar” la prisión preventiva de su cliente con alguna forma alternativa de encierro, como la prisión domiciliaria con tobillera electrónica.
Sin embargo, pese a las sugerencias de la defensa de Carrizo, la magistrada federal decidió negar algún tipo de alternativa para el procesado con prisión preventiva como partícipe secundario del atentado a Cristina Kirchner.
Carrizo era el líder del grupo de supuestos vendedores de copos de nieve para el que trabajaban los coautores del intento de magnicidio, Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, los dos procesados con prisión preventiva por el hecho.
La situación judicial de Carrizo inició luego de que la Justicia considerara los mensajes de WhatsApp extraídos del teléfono celular del joven por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), en los que se vislumbra cierto nivel de conocimiento del atentado a la Vicepresidenta y una supuesta participación en la planificación del ataque.
“Esto estaba planificado para dentro de una semana. Hizo todo mal. Es un pelotudo”, escribió Carrizo en un chat a su hermanastra Andrea, instantes después del intento de magnicidio.
A su vez, otro de los mensajes resultó sugestivo para la Justicia: “Mi amigo estuvo a un segundo de convertirse en héroe nacional, Andrea. Estuvo muy cerca. Falló el arma. No lo entiendo. Andaba bien”.
