Con el envío al Congreso de la Nación del paquete de proyectos destinados a llevar a cabo una serie de modificaciones del Estado nacional, popularmente conocido como “ley Ómnibus“, el presidente Javier Milei hizo explícito su deseo de realizar cambios significativos en el sistema electoral argentino, entre los que se destaca la eliminación de la instancia Primaria, Abierta, Simultánea y Obligatoria (PASO) y la implementación de la Boleta Única de papel.
En rigor, a menos de un mes de iniciar su período gubernamental y con la intención de hacer realidad varios de sus promesas de campaña, Milei ingresó en la tarde del miércoles en la Cámara de Diputados de la Nación la ley Ómnibus, que lleva el nombre de “Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos” en honor al político liberal Juan Baustista Alberdi. Entre sus 664 artículos, en los que resaltan modificaciones tributarias y políticas, aparece un segmento dedicado expresamente a una reforma electoral.
Es que, el artículo 451 de la ley Ómnibus deroga el “Título II de la Ley N° 26.571, de los Partidos Políticos”, el precepto sancionado en 2009 que estableció el sistema electoral que hoy Milei insiste en eliminar. Es preciso mencionar que, en las PASO cada espacio tiene una competencia interna entre sus candidatos, para definir quién será el encargado de representar a la lista en las elecciones generales.
“Esto le devuelve la autonomía a los partidos políticos para que decidan sus candidatos a cargos nacionales de la manera que consideren más apropiada, a la vez que le quita el peso al contribuyente de tener que estar financiando de manera compulsiva la actividad política que es, en esencia, un interés particular de un sector de la sociedad”, explica este punto de la ley Ómnibus.
Es preciso mencionar que, pese a la clara contraria política que tiene Milei con el peronismo, a priori esta propuesta no disgusta en estas filas opositoras, debido a las crudas luchas que registró el kirchnerismo con su Frente para la Victoria (2015), Unión Ciudadana (2017), Frente de Todos (2021) y Unión por la Patria (2023).
Con la primera mala experiencia signada con la derrota del por entonces candidato Daniel Scioli contra el exmandatario Mauricio Macri en 2015, que había perdido contra el peronista en las PASO; la puja de cargos con las malas elecciones legislativas de 2021; y los idas y vueltas de este año con un frenético cierre de listas que dejó heridas de guerras y que se terminaron abrir con el triunfo de Milei, Unión por la Patria pareciera tener las experiencias necesarias para darle lugar al anhelo del Presidente y eliminar para siempre las PASO.
Entre las razones por las cuales Milei quiere suprimir este escalón electoral, se destaca el costoso gasto de campaña de la impresión de boletas, la movilización del personal dedicado a la organización del comicios, los fiscales, la seguridad, entre otros. Asimismo, la desestabilización económica que significa la derrota oficialista en las PASO, con la devaluación del 21,3% de Macri en 2019 y del 22% de Massa en agosto a flor de piel, es otro de los fundamentos por los cuales este nivel electoral está en la cuerda floja.
En cuanto a la Boleta Única de papel, el ministro del Interior Guillermo Francos ya había manifestado el deseo del oficialismo de implementar en las elecciones legislativas y presidenciales venideras, la forma de votación que tiene actualmente la provincia de Córdoba.
“Es increíble que en 40 años de democracia no hayamos sido capaces de cambiar este sistema donde un elector llega a un cuarto oscuro y se encuentra con 500 boletas de partidos”, sostuvo días atrás el funcionario de Milei sobre la hipotética llegada de la Boleta Única de papel, en pos de simplificar el proceso electoral y de reducir costos.
Por último, la medida restante de esta reforma electoral plasmada por Milei en la ley Ómnibus, estipula el arribo del sistema de representación por circunscripción uninominal en los comicios argentinos legislativos, un método que tiene lugar en países como Estados Unidos e Inglaterra, u que reemplazaría al sistema de representación proporcional.
Este sistema, que en un principio solo se pondría en marcha en la Cámara de Diputados, propone subdividir cada distrito en circunscripciones según los cargos electivos que le correspondan, en los que cada partido político presentaría un candidato por jurisdicción.
Actualmente, un diputado ingresa a la Cámara baja de acuerdo a la cantidad de votos que su partido haya obtenido en la provincia correspondiente, pero con esta reforma electoral cada circunscripción elegirá a su representante para el recinto de manera independiente.
Además, en la ley Ómnibus Milei plantea un cambio en la cantidad de diputados que tiene cada provincia, pasando de 161 mil habitantes por banca a 180 mil, y eliminando el adicional de 3 y el mínimo de 5 por distrito. Según los datos del último censo, la repartija quedaría de la siguiente forma: Provincia de Buenos Aires (+27); Córdoba (+3); Mendoza, Salta, Santa Fe y Tucumán (+1); Ciudad Autónoma de Buenos Aires (-8); Tierra del Fuego (-4); Catamarca, La Pampa, La Rioja y Santa Cruz (-3); Chubut, Formosa y San Luis (-2); Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, San Juan y Santiago del Estero (-1); y Corrientes y Misiones quedarían iguales.
