Tras la inflación de dos dígitos mensuales que arrojó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), el Ministerio de Economía, a cargo de Sergio Massa, iniciará en los próximos días una nueva ronda de negociaciones con las empresas de alimentos para discutir los múltiples acuerdos de precios enmarcados en el programa Precios Justos.
Es que, este 31 de octubre finalizarían los acuerdos de precios que realizó el Gobierno Nacional con las empresas de medicamentos, combustibles, alimentos, bebidas y supermercados, entre otros, por lo que establecer un nuevo tope de aumentos es crucial para el titular de la cartera de Economía a semanas del ballotage.
Durante la última instancia de renegociación entre las empresas de consumo masivo y el Gobierno Nacional fue mucho más áspera que en ocasiones anteriores, ya que el programa Precios Justos tiene una etapa de duración de unos tres meses.
Sin embargo, la aceleración inflacionaria que trepó los dos dígitos mensuales durante agosto y septiembre hizo que las ecuaciones de costos de las empresas tengan un corsé de incrementos por debajo de la evolución del IPC, situación “que no les cierra en términos financieros”.
De esta manera, la inflación de dos dígitos mensuales de los últimos dos meses será uno de los principales obstáculos en ese ida y vuelta que tendrá que buscar el Gobierno Nacional. No obstante, desde el entorno de Massa adelantaron que aún no está determinado qué ritmo de subas buscará habilitar el equipo económico.
Cabe mencionar que, el principal impacto que tuvo la devaluación del tipo de cambio oficial se notó en rubros como alimentos y bebidas, que según el INDEC avanzaron 15,6% en agosto y 14,3% en septiembre, en ambos casos por encima de la inflación promedio. Como correlato, la canasta básica también tuvo incrementos en esos dos meses por arriba del IPC, en agosto aumentó 17%.
Ese contexto, sumado a lo que pueda suceder hasta que termine octubre, delineará el marco de negociación que comenzará el Palacio de Hacienda con las empresas de consumo masivo. No obstante, desde el Gobierno sostienen que el impacto de la devaluación de agosto agotó su traslado a precios por lo que esta instancia de acuerdos sería mucho más amena.
