Esta mañana habló la esposa del almacenero de La Matanza que fue asesinado a golpes nunchaku y a cuchillazos por un vecino de la zona que se había robado una lata de cerveza.
El testimonio de la mujer denota a violencia con la que actuó el asesino, la sorpresa por la virulencia del ataque y la impotencia que le generó no haber podido hecho nada pasa salvar la vida de su esposo.
Además, esposa del almacenero relató que todo ocurrió a plena luz del día y que una de sus hijas se encontraba presenciando el ataque a su padre en la calle.
“Al mediodía no había casi nadie en la calle, el chico era un vecino del barrio, pensé que venía a comprar, entró atrás mío y se robó una lata de cerveza, le dije que no me había pagado, y me dijo ‘que te voy a pagar’”, relató.
La mujer contó que le vio “un fierro” en el bolsillo al asesino (en referencia a un arma) y que le fue a contar a su marido, quien no escuchó el pedido para que no vaya a increparlo.
El asesino al momento de ser detenido por la Policía.
“Mi marido no me escuchó. Le empezó a pegar y mi nena vio todo porque estaba afuera. Me dijo que llamé a la Policía, no sabía que marcar, mientras lo estaba acuchillando y no pude hacer nada”, se lamentó.
El almacenero fue identificado como Silvestre Reynaldo Quiroz, de nacionalidad boliviana, quien le pidió que abone el artículo, pero el cliente respondió de la peor manera y lo atacó violentamente.
La furiosa secuencia duró unos pocos minutos este sábado y ocurrió a pocos metros del comercio que tenía la víctima en la esquina de las calles Parral y Derqui. En un evidente estado de ebriedad, el homicida actuó ciegamente y quedó filmado.
El almacenero acuchillado a sangre fría por una cerveza.
El relato de los testigos y las imágenes captadas por las cámaras fueron clave para reconstruir el crimen e identificar al agresor, Matías Andrade, un vecino de 29 años que intentó escapar del lugar, pero finalmente fue detenido.
Andrade se dio a la fuga del lugar luego de ultimar a cuchillazos a sangre fría al comerciante que ya se encontraba tirado en la calle. En la huida el asesino se robó dos automóviles.
Todo empezó a plena luz del día, cuando Andrade ingresó al almacén de Quiroz y poco después pretendió salir sin pagar la bebida alcohólica. Así comenzó el entredicho entre los dos.
El pedido de Justicia en las puertas del almacén.
Andrade atacó a golpes en la cabeza al almacenero con un nunchaku, un elemento que suele ser utilizado en distintas disciplinas de artes marciales. Después, sacó repentinamente una cuchilla y lo apuñaló varias veces.
La víctima fue trasladada en grave estado al hospital Balestrini de La Mantanza, donde finalmente murió. Poco después del crimen, la Policía detuvo a Andrade como acusado de matar a Quiroz.
Al asesino también se le imputa haber robado en su huida un Volkswagen Suran color negra, el cual abandonó a las pocas cuadras y en cuyo interior se encontró la cuchilla que se cree usó para apuñalar al comerciante.
La despedida de su esposa.
Además, al joven también se lo acusó de robar un segundo coche, un Renault Megane, con el que intentó continuar la fuga, aunque finalmente lo detuvieron los efectivos de La Matanza.
El detenido se negó a declarar en su indagatoria en la que fue acusado de los delitos de “homicidio agravado criminis causae” y “robo calificado por el uso de armas (2 hechos)”.
