El presidente del bloque de senadores de Cambiemos, Roberto Costa, continuó con la embestida oficialista contra el titular de la Corte Bonaerense, Eduardo De Lázzari, y lo acusó de tener “un claro tinte político”.
“Todo el mundo sabe cuál es la visión política de De Lázzari que es un hombre del Partido Justicialista, nominado durante el gobierno de Eduardo Duhalde, y esa clara tendencia política la hace notar en todas partes”, dijo Costa.
La primera en meterle presión al integrante del Máximo Tribunal fue la gobernadora María Eugenia Vidal, seguida por la vicepresidenta del Concejo de la Magistratura de la Nación Marina Sánchez Herrero y el ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano.
“Si sabe que hay persecución y causas armadas lo tiene que denunciar”, manifestó Vidal luego de las declaraciones de De Lázzari. Asimismo, el Procurador General Julio Conte Grand inició una investigación para que el Juez lleve sus acusaciones a la justicia.
“No es ético que realice acusaciones sin realizar la denuncia. No puede hacer lo que está haciendo ahora, porque está dando una opinión y él no puede dar opiniones”, sentenció el senador siguiendo la línea de sus compañeros del Ejecutivo.
Por otro lado, ayer se pronunció sobre el tema la senadora kirchnerista Teresa García, quién respaldó las palabras del magistrado sobre “causas armadas, abuso de testigos de identidad reservada y factores de presión fogoneados por los medios”.
“La fuerte reacción de Vidal y del procurador general en contra del presidente de la Corte es porque sus declaraciones golpean de cerca a la Gobernadora. Ella convalidó la instalación de bases de inteligencia en la provincia”, disparó García.
En tanto, la legisladora acusó al Gobierno de permitir que “operaran agentes de inteligencia”. “Por eso que impidieron la interpelación a Cristian Ritondo en el Senado cuando la pedí”, completó.
Cabe destacar que De Lazzari llegó a la Corte durante la gestión del ex presidente Eduardo Duhalde. Antes de eso fue ministro de Seguridad, Procurador General y miembro del máximo tribunal provincial.
El hombre que quedó en el ojo de la tormenta además había sido juez federal de la Cámara de Apelaciones de La Plata y presidente de la Cámara Segunda en lo Civil y Comercial de este departamento judicial.
