La diputada bonaerense, Débora Indarte, que hace tres semanas pegó el portazo al bloque de Frente de Todos de la Cámara baja y en las últimas horas jugó al límite para forzar el diálogo político, respondió a los dichos de la jefa de los senadores peronistas, María Teresa García, que ayer objeto públicamente la salida de la marplatense de la bancada oficialista.
En medio de un clima de extrema tensión por la misiva que Indarte les giró a todas las autoridades de la Cámara baja bonaerense para conocer cómo se distribuyen los recursos entre los diputados, Teresa García fue la primera oficialista en opinar públicamente sobre la situación de la marplatense.
Palabras más, palabras menos, la senadora bonaerense y exministra de Gobierno de Axel Kicillof, sostuvo que ella “nunca se hubiera ido del bloque” excepto que haya diferencias profundas de fondo, apuntó que los argumentos de Indarte “no son determinantes” y analizó que su portazo tenía que ver más con “cuestiones personales” que políticas.
“Lo mío no es personal para nada, es estrictamente laboral y parte de un profundo problema político”, retrucó Indarte desde su despacho en el edificio Anexo de la Cámara baja –que, a propósito, todavía tiene el cartel del Frente de Todos– en diálogo con Diputados Bonaerenses.
Indarte en reiteradas oportunidades marcó que su salida de la bancada oficialista se produjo después de golpear la puerta de muchos ministerios de la provincia de Buenos Aires en búsqueda de interlocutores que la ayudasen a superar la parálisis legislativa que denuncia.
De acuerdo a lo que reveló Indarte, entre las consultadas en estos dos años estuvo Teresa García, cuando todavía era ministra de Axel Kicillof. “En su momento me recibió, le plantee las mismas inquietudes y nunca tuve respuestas”, sostuvo la diputada marplatense.
“Esto es el resultado de dos años estar pidiendo siempre lo mismo, estuve todo ese tiempo sin aprobar ningún proyecto… la respeto mucho a Teresa pero ella no está pasando por esta situación, no creo que sus propuestas queden sin tratar y fue una de las que le pedí ayuda con este tema”, expresó Indarte.
La diputada de Mar del Plata después de girar la explosiva misiva a las autoridades de Cámara, estaba dispuesta a participar de la reunión de labor parlamentaria previa a la sesión de ayer, pero finalmente la convocatoria se terminó cayendo por un combo de temas de alto voltaje político.
“Estoy usando el sello de Unidad para la Victoria, pero tengo que esperar a ir a una sesión para que comience a funcionar el unibloque, pero lo que falta por sobre todas las cosas es diálogo político. Es una situación desgastante, hay mucha gente sin respuesta”, se quejó Indarte en contacto con este medio.
La diputada marplatense por estas horas, entre otras cosas, reclama con fuerza los recursos necesarios para poner en marcha la secretaría administrativa y legislativa de su nuevo espacio. Pese a la picante misiva que giró a las autoridades, aún no hubo respuesta.
“Hasta ahora no me llamó absolutamente nadie. Esto es el resultado de dos años de pedir que traten mis proyectos. No me puedo quedar con los brazos cruzados durante los dos años que me quedan como legisladora”, añadió Indarte.
La diputada de Mar del Plata confirmó que intentará participar de la próxima sesión legislativa en la Cámara baja bonaerense, se apersonará en la reunión de labor parlamentaria y buscará que incluyan algunos de sus proyectos en el sobre tablas.
De esta manera, el culebrón del Frente de Todos en la Cámara de Diputados bonaerense, promete nuevos capítulos.
