El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa continuará este miércoles con las declaraciones de los peritos y efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA) que intervinieron en la extracción y análisis del material alojado en los teléfonos celulares de los rugbiers imputados.
De acuerdo a fuentes judiciales, una decena de testigos se presentarán después de las 9 horas en el Tribunal Oral Criminal N° 1 de Dolores, tras siete primeras audiencias en las que brindaron declaración los padres de la víctima, una docena de amigos, policías, custodios del boliche “Le Brique”, médicos y el remero Pablo Ventura y su padre, entre otros.
En medio de las constantes audiencias, el pasado lunes el abogado de la familia de Fernando Báez Sosa, Fernando Burlando, sostuvo que con las pruebas aportadas por los testigos ya “alcanza” para condenar a los ocho rugbiers imputados por el crimen del joven.
“Tenemos el círculo muy bien cerrado, con la prueba que tenemos nos alcanza”, destacó en los últimos días el letrado de la familia de Fernando Báez Sosa tras una semana exitosa de audiencias en los Tribunales de Dolores.
A minutos de que inicie la octava audiencia, fuentes judiciales anticiparon que este miércoles primeramente declarará Graciela Parodi, perito que intervino en extracción de muestras de sangre de las prendas de los acusados y de la víctima.
Luego, ante los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, brindará su testimonio Norma Tramontini, quien llevó adelante pericias químicas para determinar si había alcohol en la sangre de Fernando.
A continuación declarará en las próximas horas en el Tribunal Oral Criminal N° 1 de Dolores César Guida, quien fue el especialista que intervino en los análisis de ADN realizados en el marco de la instrucción.
Completarán las testimoniales de la octava jornada otros efectivos de la PFA encargados de extraer y analizar los casi dos terabytes de información alojados en los nueve teléfonos celulares secuestrados a los acusados al momento de su detención.
En tanto, durante esta octava jornada del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, también está previsto que los padres de la víctima, Graciela Sosa y Silvino Báez, presencien nuevamente las declaraciones en la sala de audiencias del primer piso de los Tribunales de Dolores.
De igual manera, se espera que los ocho imputados –Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, y Luciano, Ciro y Lucas Pertossi– estén presentes una vez más en el debate oral del juicio.
Los mensajes de los rugbiers tras matar a Fernando
Durante la última jornada del juicio por la muerte de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado por ocho rugbiers en la localidad balnearia de Villa Gesell el 18 de enero de 2020, se revelaron mensajes que se enviaron los imputados entre sí y con otras personas luego de la brutal golpiza.
El instructor fiscal Javier Pablo Laborde, que estuvo a cargo de analizar los mensajes y audios enviados por los ocho imputados, develó ayer que Blas Cinalli, el único rugbier que no había sido mencionado hasta el momento en el juicio, envió mensajes haciendo alusión a su participación en la golpiza mortal.
“Ganamos contra unos chetos, los rompimos”, mandó Cinalli a un grupo denominado “Club del Azote” a las 05.08 de la madrugada del 18 de enero, y agregó “nos vamos al centro a premiar”, seguido de una foto grupal en la que se ven los rostros de sus compañeros de habitación Máximo Thomsen y Ciro Pertossi.
Posteriormente, el pasado martes ante los Tribunales de Dolores, el fiscal Laborde, se concentró en un mensaje de WhatsApp de Blas Cinalli que rememora: “había un rubio que estaba agarrado a mi tobillo”.
Tras leer los mensajes de Cinalli, Laborde expuso un audio enviado por el acusado Lucas Pertossi a metros de la escena del crimen y a minutos de haberlo cometido. “Estoy acá cerca de donde está el pibe y están todos ahí a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia… caducó”, le dijo Pertossi a sus amigos a través del grupo de WhatAapp “Los Boca3”.
Consecuentemente, los mensajes salientes de los teléfonos de Cinalli y Pertossi fueron los más desgarradores durante la exposición del fiscal Laborde. Sin embargo, durante la audiencia también se hizo mención al resto de los chats que enviaron los ocho rugbiers luego de que la policía llegara a la casa que habían alquilado. “No se cuenta nada, a nadie”, sentenció uno de los acusados en esa madrugada fatídica.
