La marcha universitaria convocada por la Universidad de Buenos Aires (UBA) para este martes no deja de sumar adhesiones de los distintos sectores de la oposición a la gestión de La Libertad Avanza, que se llevará a cabo a partir de las 15.30 horas en Plaza de Mayo y tendrá como epicentro las inmediaciones de la Casa Rosada, en la que se realizará el acto central a las 18 horas.
En esta línea, el último sector que confirmó que movilizará en la marcha universitaria fue el de la Confederación General del Trabajo (CGT) y se suman a las dos Centrales de Trabajadores de la Argentina (CTA) y referentes de la Unión Cívica Radical (UCR), la Coalición Cívica, el Frente de Izquierda y Unión por la Patria
En paralelo, funcionarios del Ejecutivo que encabeza Javier Milei dieron a conocer su postura sobre la marcha universitaria y le restaron valor, de hecho la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró que este martes aplicará el protocolo antipiquetes a fin de garantizar la libre circulación pese a la cantidad de adhesiones que ya se anunciaron.
En este contexto, se espera que en la marcha universitaria participe el alumnado, docentes y no docentes de la UBA, pero también representantes de otras universidades nacionales públicas del país que desde la semana pasada planifican su llegada a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y a la que se sumará también un paro de docentes en Capital Federal.
Con ese respaldo heterogéneo, la marcha universitaria busca aplicar presión sobre el Gobierno nacional y torcerle el brazo al jefe de Estado especialmente en lo que respecta al presupuesto. Se trata de otro frente de batalla que enfrenta Milei que aúna a múltiples sectores del espectro político e ideológico.
Según informaron los organizadores de la marcha universitaria, las diferentes columnas de la UBA se movilizarán desde las distintas sedes que tiene la flamante casa educativa hacia Plaza de Mayo con la intención de confluir allí a las 17:30 horas. En tanto, el acto central del masivo evento comenzará a las 18 horas, en un escenario montado con una bandera Argentina grande que tendrá la inscripción “En defensa de la universidad pública”.
Por estas horas, la UBA redacta un comunicado que elabora de forma consensuada con todas las facultades y universidades nacionales. Está previsto que el texto lo lea la presidenta de la Federación Universitaria de Buenos Aires, Lucille Daniela Levy, que nuclea al movimiento estudiantil de la universidad.
Si bien el sindicalismo y una parte del sistema político se movilizarán en el marco de la marcha universitaria, desde la UBA pidieron que sea bajo consignas vinculadas a la defensa de la educación pública y con banderas de Argentina. Es un modo de darle homogeneidad al reclamo y evitar una partidización que le de caldo de cultivo a la crítica del Gobierno nacional.
Vale precisar que, el Ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello, anunció en la jornada del jueves que había llegado a una “propuesta consensuada” con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) respecto a la situación presupuetarias de las Universidades públicas, que pondría en marcha un aumento de 70% en marzo.
De todos modos, a las pocas horas del anuncio de la Secretaría de Educación a cargo de Carlos Torrondell que depende de Capital Humano, desde el CIN aclararon que no fue una propuesta consensuda y tampoco el Ejecutivo nacional informó de manera oficial el aumento que aplicaría para mejorar el presupuesto para las Universidades.
“El Presupuesto tiene que actualizarse porque con este presupuesto no se puede funcionar”, manifestó el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, que fue uno de los primeros en confrontar públicamente al Gobierno nacional por la inexistencia de recursos. “Ahora pretenden actualizar un 105% los gastos de funcionamiento. Pero no hay paritarias, hay acuerdos unilaterales. Los profesores universitarios perdieron un 36% de poder adquisitivo en los últimos 4 meses”, sentenció.
Marcha universitaria: la discusión presupuestaria
Es preciso mencionar que, el presupuesto universitario se compone de tres partes, en principio los salarios del personal docente y no docente, en segundo lugar los gastos de funcionamiento y, en última instancia los programas especiales. Actualmente, de los gastos que requiere la universidad, cerca de un 90% del total corresponde a salarios y un 10% se destina a otros gastos para funcionamiento.
Los gastos de funcionamiento quedaron congelados al prorrogarse el presupuesto 2023, por lo tanto tienen un atraso por inflación de cerca del 300%. El grueso de los fondos para las universidades proviene del apartado Desarrollo de la Educación Superior del Presupuesto Nacional. Ese acápite tuvo un ajuste del 72% en términos reales.
En lo que respecta a la actualización del 70% que el Gobierno nacional anunció en busca de frenar la marcha universitaria, desde la UBA advierten que es un incremento sobre el 10% de gastos de funcionamiento, es decir que no es para salarios. “Se trata de una actualización de apenas un cuarto de lo que las universidades necesitan para funcionar”, señala un informe que elaboraron en la universidad radicada principalmente en CABA.
