Finalmente, tras seis meses de novela, la vicegobernadora y titular del Senado bonaerense, Verónica Magario, firmó el decreto que oficializa la conformación de la comisión de Seguridad, un cuerpo parlamentario sumamente trascendental en el esquema de la Cámara alta que este año nunca puso primera por un capricho del senador peronista Sergio Berni y de la falta de accionar de las autoridades legislativas.
Según al documento al que tuvo acceso Diputados Bonaerenses, el senador libertario Joaquín de la Torre liderará la comisión de Seguridad, que tendrá de vicepresidente al peronista Walter Torchio y de secretario al macrista Marcelo “Chuby” Leguizamón, que viene de impulsar un importante proyecto sobre pistolas no letales que deberá ser tratado, entre tantos otros, por el cuerpo. Las vocalías, serán ocupadas por Amira Curi (UxP), Teresa García (UxP), Adrián Santarelli (UxP), María Elena Defunchio (UxP), Flavia Delmonte (UCR+CF), Eugenia Gil (UCR+CF), Aldana Ahumada (PRO) y, por supuesto, el polémico Berni.
De esta manera, Magario saldó la deuda que comenzó aquel 26 de marzo cuando ella y el secretario Legislativo del Senado bonaerense, Rolando Lata, estamparon sus firmas en el decreto que designa a las autoridades e integrantes de 25 comisiones permanentes del cuerpo. Ese día, llamó la atención que el único cuerpo que no se conformó fuera el de Seguridad.
A horas de que ese documento cumpla cinco meses, el Senado bonaerense se dignó a poner en marcha la comisión de Seguridad este martes. Sin embargo, según pudo conocer este medio, el primer indicio de la conformación sucedió a finales de la semana pasada, cuando la titular del bloque de Unión por la Patria, Teresa García, envió una nota al propio Lata con la nueva conformación. En el medio del tire y afloje legislativo para poner el cuerpo en funciones, la provincia de Buenos Aires se vio sumida en una inseguridad que se lleva la vida de dos habitantes por día.
De todas formas, para entender esta polémica hay que remontarse mucho más atrás en el tiempo, en la época extraordinaria del Senado bonaerense. A principios de año, la comisión de Seguridad era reclamada por la por entonces senadora del PRO, Florencia Arietto, pero su salto a la bancada libertaria hizo que su deseo perdiera valor. A partir de allí, la silla quedó reservada para Berni, quien sería el presidente “natural” del cuerpo por venir de ocupar la jefatura del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires y por haber ubicado en ese cargo Javier Alonso, un hombre propio.
No obstante, Berni decidió demorar a propósito su designación al frente de la comisión de Seguridad ya que las autoridades legislativas no hicieron caso a su pedido de ser elegido como Vicepresidente 1° del Senado bonaerense, título que se quedó el legislador Luis Vivona, quien revalidó el cargo por segundo período consecutivo.
Debido al capricho del senador bonaerense, la comisión de Seguridad quedó notoriamente desfasada de los demás espacios de la Cámara alta provincial, que además de haber tenido varios encuentros a lo largo del año incluso ya han elevado numerosos proyectos al recinto.
En ese marco, la falta de actividad en tan importante casilla del Senado bonaerense no solo complicó a la institución conducida por la vicegobernadora Magario, sino también a toda la Legislatura, ya que ningún proyecto sobre seguridad puede ser sancionado si esta comisión no emite los dictámenes necesarios para que las iniciativas queden en condiciones de ser debatidas.
Incluso, la infantilidad de Berni no quedó puertas adentro de las reuniones del bloque peronista, sino que quedó a la vista de propios y ajenos en la sesión del Senado bonaerense de finales de mayo, en la que la Cámara alta aprobó unos 46 pliegos judiciales. Resentido por haberse quedado con la manos vacías, ya que también pretendió adueñarse de la comisión de Acuerdos Constitucionales y Acuerdos (ACA) que finalmente fue a parar para el camporista Emmanuel González Santalla, el exfuncionario del gobernador Axel Kicillof se guardó un as bajo la manga.
En aquella oportunidad, segundos antes de que Magario de paso a la votación por los pliegos judiciales, Berni pidió la palabra para señalar que en el Orden del Día figuraba la frase “acuérdese aprobada por unanimidad”, a sabiendas de que su firma no aparecía en los 46 dictámenes necesarios para aprobar los nombramientos de los magistrados. Si bien la maniobra fue desarticulada por la propia García, quien se sienta literalmente al lado de la banca del exministro de Seguridad, la bomba explotó en la cara de la dirigencia peronista.
Con todo este contexto bajo el brazo, recién a finales de agosto, habiendo transcurriendo 6 de los 9 meses del período legislativo ordinario, la comisión de Seguridad del Senado bonaerense comienza a dar sus primeros pasos como si de un bebé se tratase, solo que a su lado se ubican cuerpos parlamentarios que, lejos de gatear, ya aprendieron a correr.
Senado bonaerense: los nombres de la comisión de Seguridad
- Presidente: Joaquín de la Torre (LLA)
- Vicepresidente: Walter Torchio (UxP)
- Secretario: Marcelo “Chuby” Leguizamón (PRO)
- Vocal: Amira Curi (UxP)
- Vocal: Teresa García (UxP)
- Vocal: Adrián Santarelli (UxP)
- Vocal: María Elena Defunchio (UxP)
- Vocal: Sergio Berni (UxP)
- Vocal: Flavia Delmonte (UCR+CF)
- Vocal: Eugenia Gil (UCR+CF)
- Vocal: Aldana Ahumada (PRO)