Tras el respaldo del Congreso al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Alberto Fernández busca controlar el aumento desproporcionado de la inflación, que marcó cifras récord en el rubro alimentos en febrero, con una serie de medidas, una mesa de diálogo multisectorial y controles de precios.
El ministro de Desarrollo Productivo nacional, Matías Kulfas, sostuvo que el Gobierno exigirá a los empresarios que “que retrotraigan los precios que no tienen justificación” y que en caso contrario emprenderá “medidas drásticas”, aunque son contados los casos donde los precios retroceden.
“Vamos a trabajar cadena por cadena, comparando la estructura de costos con los datos de los empresarios, y conformar una mesa de trabajo. Somos un gobierno de diálogo, pero si no encontramos una respuesta adecuada, o hay excusas o prácticas especulativas, vamos a actuar con el peso de la ley”, prometió Kulfas.
El ministro de Desarrollo Productivo admitió que “hay sectores en donde las subas de los precios reflejan los aumentos de los commodities”. “A ese sector le ofrecemos una respuesta concreta. No vamos a permitir que ese aumento del precio del trigo se traslade a las góndolas. ¿De qué manera? Con el fideicomiso”, dijo.
Por ahora, la “guerra contra la inflación” que declaró Alberto Fernández arrancó con apenas dos medidas: el incremento de las retenciones para la harina y el aceite de soja, y la creación de un Fondo de Estabilización del Trigo, para intentar desacoplarse de los precios internacionales. Otra pata es el control de precios.
“Vamos a ser muy duros con los aumentos especulativos para frenarlos en lo inmediato. Se van usar las herramientas que tiene el Poder Ejecutivo como la Ley de Abastecimiento, de Defensa a la Competencia y otros mecanismos para cuidar a los consumidores. En la pandemia dieron un resultado importante”, sostuvo el ministro Matías Kulfas.
Es que la supuesta “guerra contra la inflación” que anunció el Presidente en la práctica generó un efecto contrario con empresas como Molinos Río de la Plata, Mastellone, AdecoAgro, Molino Cañuelas y compañías de bebidas como Coca Cola, reportaron aumentos promedio de 9%, otras del hasta 15, 20 y 30 puntos.
La cartera de Kulfas buscará ser el bombero de esas nuevas alzas. “Es el inicio de una nueva etapa donde vamos a procurar que esta volatilidad tan fuerte que hay en el mercado internacional, y que se suma a los problemas que tenemos hace un tiempo, no se agrave. El primer objetivo es estabilizar esta situación”, expresó.
El ministro prometió “exigirles a los empresarios que retrotraigan los precios que no tienen justificación, también vamos a aplicar este fideicomiso (del trigo) que es una manera de compensar esa suba de costos”. “Vamos a organizar la cadena y otros sectores donde vemos un desajuste importante”, enfatizó.
El funcionario adelantó que el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti,”dará a conocer medidas puntuales sobre los comercios de cercanía” para revertir los efectos de la inflación. En efecto, será parte de las medidas que encarará el Gobierno durante las próximas semanas.
En esa dirección, Alberto Fernández pondrá en marcha el próximo martes una mesa de diálogo multisectorial en la que se prevé se sienten representantes de sectores productivos, empresarios, comerciantes, referentes del campo, de las pymes, y sindicalistas.
Sin embargo, el jefe de Estado no se refirió al “sector político” como uno de los invitados a la mesa de diálogo”, por lo que la oposición no participará de la elaboración de las medidas, con excepción de “gobernadores e intendentes” para que los instrumentos “lleguen a cada rincón de la Argentina”.
