Por Juan Manuel Negri (*)
Los bloques parlamentarios del Frente de Todos y Juntos por estas horas exploran un acuerdo para que ambas cámaras de la Legislatura bonaerense sesionen la semana que viene. Se especula con la posibilidad que se realice una sesión doble, en espejo entre Diputados y el Senado bonaerense, el jueves 12 de mayo, pero también se desliza la chance de que los trámites legislativos se lleven adelante en días separados, el miércoles y el jueves. Lo que estaría definitivamente confirmado es la convocatoria a los senadores para el 12 y todavía faltaría resolver el día de sesión de la Cámara baja.
Diputados Bonaerenses pudo ratificar, a través consultas a diferentes fuentes de las bancadas mayoritarias, que las negociaciones para que ambas cámaras de la Legislatura bonaerense sesionen la semana que viene efectivamente existen pero que aún se encuentran en curso. “Es muy probable que haya una sesión doble pero todavía los acuerdos no están firmes. La semana que viene se verá cómo se avanza”, se atajaron desde los bloques de Juntos ante la consulta de este medio. Por su parte, algunos legisladores del Frente de Todos se animaron a confirman la sesión en espejo para el próximo jueves 12 de mayo.
Si es que prosperan los entendimientos la probable sesión doble podría servir para destrabar un conjunto de temas de alto voltaje político que tiene pendientes la Legislatura bonaerense. Si bien en agenda figuran algunos proyectos legislativos que merecen atención, como la adhesión al Consenso Fiscal y la ley de reforma del régimen jubilatorio de los trabajadores del Bapro, el plato fuerte de la jornada sería los cargos en organismos de control que le corresponden a la oposición de Juntos. Si todo eso ocurre se abriría un nuevo escenario en el parlamento provincial que viene cosechando reiterados tropiezos para comenzar con la actividad legislativa del 150º período de sesiones ordinarias.
Diputados Bonaerenses explicó en detalle en reiteradas oportunidades los enérgicos desencuentros que arrastra el gobernador Axel Kicillof desde su llegada a la Casa de Gobierno de La Plata con los bloques legislativos de Juntos para avanzar en los nombramientos de los cargos que le corresponden a la oposición en organismos claves para el contralor político en la basta estructura administrativa de la provincia de Buenos Aires. Se trata de un tema de peso en la Legislatura bonaerense que desde hace dos años no encuentra un cauce.
Si bien hay voces provenientes de ambos campamentos que aseguran que la tan ansiada definición por las sillas en los organismos de control se resolvería la semana entrante, hay otros legisladores que prefieren tomar distancia y hasta poner en duda que el acuerdo prospere. “Veo que el oficialismo corre la cancha permanentemente”, confió un senador de Juntos a Diputados Bonaerenses, que dejó entrever el malestar por la falta de resoluciones.
En caso de que el entendimiento progrese, en la sesión doble de la Legislatura bonaerense se votarían las tres sillas que tiene reservada la oposición en el directorio del Banco Provincia y en la Defensoría del Pueblo bonaerense. En el caso del Bapro, los elegidos son el exlegislador Carlos Fernández por el radicalismo, y el exministro de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Bruno Screnci, y el exdiputado bonaerense de Bahía Blanca, Santiago Nardelli, por el PRO.
En paralelo, también se podrían votar las tres vacantes que se crearon en la Defensoría del Pueblo bonaerense producto de la negociación por la reforma a la ley que limita las reelecciones indefinidas, que, dicho sea de paso, en diciembre pasado ocasionó un verdadero cimbronazo político en la Legislatura bonaerense, transversal a los dos espacios mayoritarios. El PRO afronta una dura pulseada para elegir los nombres para las tres defensorías adjuntas que se encuentran acéfalas en el organismo provincial a cargo del movedizo Guido Lorenzino.
Mientras que el radicalismo ya tiene definido que Marcelo Honores continuará ocupando un cargo en la Defensoría del Pueblo bonaerense, tres sectores del PRO batallan para quedarse con los dos casilleros restantes: el diputado nacional Cristian Ritondo pide por el concejal en Esteban Echeverría, Luciano Gómez Alvariño, la titular del partido a nivel nacional Patricia Bullrich pugna por dirigente Pablo Walter y finalmente el intendente de La Plata, Julio Garro, por la exdiputada Carolina Barros Schelotto. Son las tres figuritas en danza de los amarillos.
“Hay algunos que quieren acceder a los cargos que se crearon por el acuerdo de las reelecciones habiendo votado en contra”, metió picante una fuente que sigue de cerca las negociaciones. Como viene ocurriendo desde la derrota electoral de 2019 y la consecuente mudanza de María Eugenia Vidal a la Ciudad de Buenos Aires el PRO no tiene una jefatura única, lo que, naturalmente, llena de espinas el camino. La disputa política se exhibió con claridad en la presidencia compartida del bloque de Juntos en el Senado bonaerense, entre otros episodios.
Por lo demás, también anda dando vueltas en el Senado bonaerense desde finales del año pasado el pliego para designar a Federico Thea al frente del Tribunal de Cuentas bonaerense, un organismo de extrema sensibilidad para los intendentes de la provincia de Buenos Aires. Diputados Bonaerenses explicó con minuciosidad la ingeniería legislativa que permitiría este nombramiento, con un recorte a la ley orgánica del Tribunal de Cuentas, y las resistencias que despertaba el hombre de Kicillof en propios y ajenos. Por el momento, no hay versiones sobre su votación. “No se está hablando del tema”, admitió un legislador de Juntos y rápidamente dejó abierta la puerta: “Pero no descarto nada”. En la Legislatura bonaerense todo puede ocurrir.
Así las cosas, si los entendimientos prosperan en los próximos días la Legislatura bonaerense podría ponerle fin a la interminable novela de los cargos en los organismos de control. Como se dijo, los acuerdos todavía están en estado germinal, pero la sesión doble suena con cada vez más vigor en los pasillos del parlamento provincial.
Legislatura bonaerense: qué pasa con las comisiones en Diputados
Por cuerda separada al tema de los cargos que concentra gran parte de los flashes de la prensa, otra novedad que reviste la posible sesión doble que se negocia en la Legislatura bonaerense es la reactivación de Diputados. Este medio ahondó en sendas oportunidades sobre la grave parálisis legislativa que afronta la Cámara baja hace más de dos meses como resultado de internas en el Frente de Todos por los cargos en el Consejo de la Magistratura y por algunos lugares en comisiones como Cultura y Género. El trabajo parlamentario en Diputados se encuentra congelado, con las comisiones todavía, a esta altura del año, sin constituir.
En lo que va del 2022 el presidente la Cámara baja, el lomense Federico Otermín, se las ingenió para que haya cierta actividad en el recinto, pese a la parálisis de las comisiones y se sesionó para aprobar un puñado de proyectos de ley que giró el Ejecutivo a cargo de Kicillof, entre los que se encontraron la emergencia para fábricas recuperadas, casualmente promulgada este viernes, y las modificaciones a leyes que regulan el reparto de fondos para programas de vivienda y de género.
Sin embargo, el funcionamiento de la Cámara baja bonaerense es totalmente anómalo, dado que se encuentra vedada la posibilidad del ingreso al recinto de proyectos de los diputados por la acefalía en las 46 comisiones permanentes del cuerpo legislativo. El estado de avance de las conversaciones entre Máximo Kirchner, Sergio Massa y Martin Insaurralde, los tres sectores que pulsean por los cargos, es una verdadera incógnita.
Por el momento, no hay ningún indicio concreto que permita anticipar que en una eventual sesión la semana que viene se vayan a votar las autoridades de las comisiones, aunque debería ocurrir. Resulta difícil digerir que las diferentes tribus peronistas puedan extender mucho más la parálisis en que se encuentra sumida la Cámara de Diputados bonaerense desde hace más de 60 días. Desde la bancada que preside el camporista César Valicenti mantuvieron silencio ante la consulta efectuada por este medio, fieles al estilo de poco diálogo con la prensa que cultivan en el parlamento provincial.
“El problema es que el kirchnerismo quiere controlar todos los cargos vinculados a la Justicia”, se quejó un legislador de Juntos. Los opositores destacan que, a diferencia de la Cámara baja, el Senado bonaerense puso en marcha más de una docena de comisiones esta semana (este medio hizo una cobertura exclusiva al respecto, que se puede consultar en esta sección). También protestan porque hasta el Congreso generó acuerdos para que las comisiones comiencen a funcionar, sin embargo, en el Palacio Legislativo de La Plata la Cámara de Diputados sigue frenada.
En caso de que el Frente de Todos llegue a un entendimiento por las sillas en el Consejo de la Magistratura y otros cargos menores, sería el primer paso para reactivar las comisiones permanentes. ¿Habrá fumata blanca en el peronismo?
Hasta el momento el guion del oficialismo en Diputados bonaerenses le podría competir a cualquier culebrón de bajo presupuesto emitido por las plataformas “on demand”. Queda como sugerencia para el atento lector recrearse unos momentos distribuyendo los papeles protagónicos y los de reparto en la ya aburrida novela del Frente de Todos en la Cámara baja.
Legislatura bonaerense: Consenso Fiscal y reforma jubilatoria del Bapro
Dos proyectos relevantes que podrían avanzar si es que se confirma la sesión doble en la Legislatura bonaerense son la resistida adhesión al Consenso Fiscal que firmó a finales de 2021 el gobernador Kicillof y la reforma del régimen previsional de los trabajadores del Banco Provincia, dos propuestas parlamentarias impulsadas por el Ejecutivo provincial.
Como contó Diputados Bonaerenses eran dos proyectos que se pretendían aprobar la semana pasada en una sesión de la Cámara baja que se terminó suspendiendo a último momento en medio del enrarecido clima que vive el recinto que da a la calle 53 de La Plata. El trámite legislativo se dejó en suspenso por una ensalada de temas espesos que complicaron el escenario. “Era todo un quilombo”, se sinceró una alta fuente de Diputados. Todo el episodio bordeó el papelón.
Entre otras cosas, ambos proyectos del legislativo encontraron resistencias en el bloque del Frente de Todos, el de reforma del régimen jubilatorio del Bapro por el método utilizado para calcular el beneficio. Algunos legisladores oficialistas afirman que “un Gobierno peronista podría haber hecho más”. El ruido está en el artículo que define que el “haber mensual inicial de las prestaciones será el equivalente al 82% del promedio actualizado de las remuneraciones mensuales percibidas durante el período de ciento veinte meses inmediatamente anteriores a la cesación del servicio”. Aún así avanzaría.
Por su parte, la adhesión al Consenso Fiscal también trajo discusiones tanto en la bancada del Frente de Todos, como en la de Juntos. No son pocos los legisladores peronistas que rechazan el Consenso Fiscal por acoger los lineamientos resueltos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco del acuerdo con el Gobierno nacional para reestructurar los casi 45 mil millones de dólares de deuda que contrajo el expresidente Mauricio Macri. En el PRO despertó dudas, habida cuenta de que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, fue el único mandatario que no firmó el entendimiento con el presidente Alberto Fernández.
Esta semana el senador bonaerense y presidente de la recientemente constituida comisión de Presupuesto e Impuestos de la Cámara alta, Marcelo Feliú, dio algunas pistas sobre el avance del Consenso Fiscal en diálogo con este medio.
“Hay muchas iniciativas, posiblemente el próximo tema de importancia que tendremos que debatir sea el Consenso Fiscal, si le da viabilidad la Cámara de Diputados, donde creo que está siendo debatido”, dijo Feliú después de poner en marcha la comisión.
Con todo, lo que suena es que ambos proyectos recibirían la media sanción en Diputados la semana que viene y luego quedarían para ser sancionados por el Senado bonaerense.
Si los acuerdos por la sesión doble se sellan la semana que viene y ambos recintos se abren, la Legislatura bonaerense podría empezar a corregir el rumbo del complicado inicio del 150º período de sesiones ordinarias. En lo que va del 2022, el rol del parlamento es extremadamente pobre, pese a transitar un año impar.
¿Alguien se imagina qué podría ocurrir en 2023?
Mejor, ni pensarlo…
(*) El autor es director del diario digital Diputados Bonaerenses